viernes, 17 de marzo de 2017

INFANCIA DESVALIDA


 


 




 






Tu manita tendida,

tu mirada, mar sin oleajes,

tu camino cubierto de ropas viejas.

Soñabas con pan caliente,

con manos protectoras

con algunas caricias.

Te hiciste mayor.

El pan no te calentó,

no hubo caricias,

ni manos en tu vida.

Como negro oráculo,

el final presentido venció

la esperanza de tu ayer.