sábado, 30 de enero de 2021

EL LIBRO DE LA VIDA

 







La vida es un libro abierto.

Puede ser un best seller

o un libro negro.

Las páginas van pasando.

Primero se llevan la infancia

que debería ser como bolas de colores.

Debería ser.

Detrás, la juventud, dónde se cree

que tu espejo nunca mostrará arrugas.

Ignorancia de lo rápido

que vuelan los años.

Y siguen pasando las páginas.

Algunas, pocas, llenas de felicidad,

muchas en blanco

cómo si no existiesen,

otras van emborronándose

hasta oscurecerse.

Cuando van quedando pocas,

los pies pesan como ladrillos,

la cabeza, blanca como la nieve

y el corazón, remendado

por las heridas recibidas.

Y te haces las preguntas de siempre:

¿A qué venimos?

¿Adónde vamos?

¿Habrá algo más o sólo vacío?

No hay respuestas.

Los que tienen algún tipo de fe

creyendo bonitos cuentos,

porfían que sí.

Pero con su gloria prometida

les tienen el mismo terror a  la muerte.

Otros aseguran que volveremos.

Sin memoria, es caja vacía.

Un día llegamos

a las puertas de este mundo,

y otro diremos adiós.

No hay nada más bajo el cielo.

 

domingo, 24 de enero de 2021

ABRÍ EL PARAGUAS

 





 



Apenas un rayo de sol me llega

y ya me caen varios chaparrones.

Uno enturbia la esperanza

que me inundó, no del cielo

ni de la estrellas ni de la Luna,

de una espera que creía breve

de esa vacuna salvadora

para este virus maligno,

más maligno cada día.

Otro fue tuyo, sin tú saberlo.

Eras solo el rey de mis fantasías,

aunque había notado chispitas en tus ojos,

y aunque no haya tiempo para más,

y aunque la ciencia plástica

haya hecho maravillas conmigo.

Y me entero por una lengua

Inocente, o no tanto,

que las chiribitas

son solo imaginación mía,

Que soy para ti menos que nada.

Y tengo que abrir el paraguas.

 

sábado, 16 de enero de 2021

EL DESTINO

 









Te esperaba,

y el destino retozón

me impidió escalar

tu pináculo feliz.

 

Tristeza que curo

con falsa alegría.

Tiritones de calor

que agarran la mano

con emociones encontradas.

Y las pierdes,

y las encuentras,

y vuelves a un principio sin fin

o a un final sin comienzo.

 

Las hadas hechiceras

que a nuestro alrededor vuelan,

niegan o conceden:

deseos,

querencias,

decepciones

que mueren sin estar vivas.

 

 




lunes, 11 de enero de 2021

ESTAMPAS DEL 2020 AL 2021

 






 





Es pequeña, poco más de dos añitos.

Entra en mi casa

con sus manitas extendidas

para que le eche gel inmunizador,

como si fuese gloria bendita

y lo es.

Mi corazón se llena de tristeza

cuando la veo dando

besitos a una muñeca

y mi alma se hace agua

al salir por mis ojos.

Apenas lleva tiempo

en este mundo

y ha tenido que prescindir

de besos, caricias, arrumacos

que tanto necesita,

de los abuelos y de seres queridos.

No lo comprende,

pero lo sabe,

mantener distancias

para que esta no se vuelva

desde el Cielo.

Por eso besa a su muñeca

mientras yo lloro en silencio.

 

martes, 5 de enero de 2021

VIENEN LOS REYES MAGOS

 





 


Hay miles de chiribitas

en sus hermosos ojos,

que llegan como confetis al cielo

y los ángeles los besan;

es la cándida infancia de mis nietas.

Han venido sus Majestades de Oriente.

(A los pocos de Oriente

que recibimos bien).

Y aunque el Orondo de Laponia

ya les dejó muchos juguetes,

abren los paquetes de los Reyes Magos

como si fuese verdadera magia.

Papeles por aquí, papeles por allá,

risas, saltos, alegría

Han traído hermosos cuentos,

y corren hacia mí.

Los cojo en mis manos

y la mayor que ya conoce

algunas letras, me pregunta:

¿Abuela, tú sabes leer?

Le extraña porque yo no voy a su cole.

Bendita inocencia

que llena de hermosura

los contados días que me queden.

Ahora a esperar la siguiente venida

el próximo año.


viernes, 1 de enero de 2021

DESPEDIDA A 2020

 



 






Fue un día más

la Noche de San Silvestre.

El Sol liberó sus rayos

aunque jugando a esconderse

entre nubes blancas.

Unas nubes que ese día

estaban más tristes

que cuando derraman

su preciado líquido.

Cuando el Astro rey

se disponía a marcharse,

nos acompañó a casa

como siempre

pero ese día a juntarnos

con pocos de los que nos dan ternura,

o peor, solo con las paredes

A la medianoche

sacamos las uvas

y nos acordamos

de los que se han ido

y de los que sufren

por lo que nos trajo

sin darse cuenta,

el ya odiado 2020.

Alzamos las copas

porque este Año Nuevo

derribe las barreras de esta guerra

y en su final nos acompañen

los que mejor nos hacen sentir.

Y pedimos sin pensar

que sean estrellas al alcance

que los que maltratan

sin corazón el planeta

hagan examen de conciencia,

si les queda.

Que este año y los siguientes

nos devuelvan la alegría

de nuestras rutinas diarias,

arrinconando en lo más hondo

de nuestros recuerdos,

por siempre jamás,

la pesadilla del año que ya se ha ido.