La belleza de la infancia
se transmite con palabras
como un bello cuento.
Llena de juegos, risas y paseos,
cogidos de la mano
de alguien que te quiere
y que te va desgranando
todas las maravillas
que tus ojos empiezan a descubrir.
Y contesta a tantos por qué.
¿Por qué el cielo es azul?
¿Por qué vuelan las aves?
¿Por qué el mar no está quieto
como una gran piscina?
¿Por qué, por qué…?
Tantos
y tantas ganas de vivir.
Una infancia llena de besos y volteretas
hacen olvidar el dolor
dónde quiere que esté.
De esas manos,
descubren el mundo
entre sonrisas y pactos sellados.
DE LA MANITA TAMBIÉN
de la mano que la guía.
Va segura,
va contenta,
va tranquila.
Es un momento
único, maravilloso.
El cielo tintado de azul.
La playa cerca,
Las olas cosquillean
sus peicecitos
como el amor
cuando te abraza
Crecerá, ganará
en sabiduría
soltará esa mano protectora.
Aprenderá como es el universo
y a cuidarse ella.
Pero en su memoria
grabados con amor,
nunca se borrarán
estos momentos,
estas sensaciones de vida.
La mejor vida
cuando eres pequeño.