Me miro al espejo,
no hay arrugas,
el cirujano me las borró,
pero no me quitó
el paso indeleble
del tiempo.
Los adelantos hacen
que puedas estar todo el
día
como por la mañana,
recién maquillada.
Hermoseas algo,
ya poco,
pero las penas de dentro
son hiedras en tus entretelas.
Cuando altura deseaste,
tropezaste solo con basura
que no sabes barrer.
Disimulas, las maquillas
también,
pero siguen estando.
Las horas crean costra protectora
para que duelan menos,
solo eso.
Son los sellos que se van grabando
huella a huella en tu alma,
Incluso cuando queda
poco camino.