martes, 26 de agosto de 2014

EL MURMULLO DE TU VOZ

 
 

La he escuchado, estoy segura,

segura en mi incertidumbre.

Tendida, sola con mi soledad,
 
Era tu voz
,
inequívoca,

acogedora,

armoniosa como la luz,

suave como la sonrisa de un bebé.
 
He palpado tu sitio en la almohada,

lisa como una pared.
 
El desfiladero que tu cuello formaba,

ya no vive en mi montaña escondida,

lisa, lisa como esa pared sin grumos.
 
He escondido bajo la caricia de las sábanas,

mi cara, mi angustia, todo mi ser

para no enterarme 

de que tu voz  no está,

que su susurro ya no me mima

que la oigo sin existir, cercana, lejana,

bailando a mi alrededor. 
 
Tu voz,  espejismo de mis noches,

ya  nunca volverá a acompañarme.

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