jueves, 23 de octubre de 2014

NOCHE SIN SUEÑO




Suena el viento

arrastrando las hojas caídas

que mueren sin lamentos.

La corriente abre puertas y ventanas

robando sus secretos.

Se oyen pasos

que se pierden en la lejanía.

El aullido de una sirena

compite en urgencia con la muerte.

Penetra el ruido

del camión que limpia las calles
 
sin limpiar las almas.

El instinto trabaja,

avisa de las sinrazones,

de las infamias.

La conciencia se tapa la cabeza.

Nunca la soledad duele tanto

como en la calma de la noche.

No puedo dormir.

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