Mi
mente lo niega,
mi
corazón lo sabe.
Llegas de
madrugada
con
perfume ajeno.
Sonríes
sin ganas.
Tus
ojos no tienen arcoíris.
Tus
manos inertes,
entre
las sábanas tibias,
no me
rozan,
no
dejas que te roce,
dices
que estás cansado
Y lloro,
y sueño
con un
despertar diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario