viernes, 24 de noviembre de 2017

MI PATIO DE NIÑA






Mi patio olía a verano.

Una parra trepaba hasta el alero.

Había rosas, geranios y jazmines

como tules de primera comunión.

Una escalera de hierro,

verde a la luz del Sol,

y plomiza en los días grises,

se enroscaba hasta lo más alto.

En el centro, un macetón

gigante que siempre reía,

miraba embelesado 

a la fuente de alabastro

que, desde su esquina,

bebía los vientos por él

y jugaba a seducirle

con el  cántico de sus chorros.

En los baldosines del suelo,

brillantes como espejos,

se reflejaba la plenitud de mi sonrisa..

Mi patio de niña

olía a veranos de añoranzas.

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