Un frescor moderado
acaricia la mañana.
El Sol sin pudor se despereza.
Apenas ruidos en las calles.
Algunas personas,
sentadas en bancos,
leen la prensa dormitando
Otras toman
un café mañanero
con pocas palabras.
¿Se está parando el mundo?
No.
Solo comienza un domingo de otoño.
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