martes, 3 de septiembre de 2019

MÁS PEQUEÑAS BRISAS







No hay abrigo que caliente

todo el frío de mi vida.



Tu desdén me duele

hasta en los huesos.



Todos los días te espero

cómo novia ante el altar.

Todas las noches te lloro

por no poderte alcanzar.



Ha salido el Sol

y ha tapado mis nubes.



La anciana contaba escondida,

las lágrimas y gozos de su vida.


1 comentario: