Arañando mi
alma
sentía un
vacío
como si
estuviese
en el fondo de
un pozo.
En mi deliro
,
llamé a mis
pocas fuerzas,
trepé por escalas
inventadas
buscando el
beso del aire.
Abrí los ojos,
solo vi
desierto.
arena que podía
enterrarme.
De nuevo miré
en mi interior
y por la abertura
de mis deseos
dejé atrás la
oscuridad,
el pozo, la
arena y el desierto.
Superacion
ResponderEliminarCuanto amor. Precioso
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