Hay
miles de chiribitas
en
sus hermosos ojos,
que
llegan como confetis al cielo
y
los ángeles los besan;
es
la cándida infancia de mis nietas.
Han
venido sus Majestades de Oriente.
(A los pocos de Oriente
que recibimos bien).
Y
aunque el Orondo de Laponia
ya
les dejó muchos juguetes,
abren
los paquetes de los Reyes Magos
como
si fuese verdadera magia.
Papeles
por aquí, papeles por allá,
risas,
saltos, alegría
Han
traído hermosos cuentos,
y
corren hacia mí.
Los
cojo en mis manos
y
la mayor que ya conoce
algunas
letras, me pregunta:
¿Abuela,
tú sabes leer?
Le
extraña porque yo no voy a su cole.
Bendita
inocencia
que
llena de hermosura
los contados días que me queden.
Ahora
a esperar la siguiente venida
el
próximo año.
Que ternura y amor desprende! Me ha emocionado mucho. Gracias
ResponderEliminarQue bonito. Me he visto reflejada en tus palabras. Tienes mucha facilidad para representar los sentimientos. Mucho amor y mucha ternura. Gracias, un abrazo Maribel.
ResponderEliminarLos vellos de punta al sentir la ternura que desprenden tus palabras que hacen mías las sensaciones. Gracias
ResponderEliminarPrecioso, M. Carmen, como todo lo que escribes. Así son las cosas cuando nacen del corazón y tú las sabes expresar de esa manera tan bonita y con tanto sentimiento.
ResponderEliminarQue bonito M.Carmen
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