(feria siglo y milenio pasado)
Farolillos a ras del cielo,
ilusiones de colores
vestidos de poesía.
Nuestros cantes se entrecruzan
con rasgueo de guitarras,
quejidos de alegría
y santuario en sus venas.
Al alba, desde el azul del cielo,
el Sol se asoma envidioso
ante tanta maravilla,
Al oscurecer, la Luna se desvela
al son del cante y del baile.
Y en la mañana, en la tarde,
noche o madrugada,
la sonrisa hace guiños
ilumina los sentidos,
y hace crujir el alma,
Como se añora la alegría que da esa semana, el ambiente y el colorido. Cuánto deseamos volver a disfrutarlo.un abrazo
ResponderEliminarPues si, más o menos ese año. Añoranza.
ResponderEliminarQue bonito!!! Cuánto echo de menos nuestras fiestas.
ResponderEliminarLeyendo este poema, saboreamos nuestras fiestas y crece la ilusión por vivirlas de nuevo.
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