Hoy he vuelto
a vivir.
a reirme,
a sentir.
Hoy he vuelto
como si nunca me hubiera ido.
La pena, vencida,
el pasado, atrás
el rencor, extinguido.
Hoy he vuelto,
No es más hondo el poeta en su oscuro subsuelo encerrado. Su canto asciende cuando abierto en el aire, ya es de todos.
Hoy he vuelto
a vivir.
a reirme,
a sentir.
Hoy he vuelto
como si nunca me hubiera ido.
La pena, vencida,
el pasado, atrás
el rencor, extinguido.
Hoy he vuelto,
El Crucficado,
con todo su dolor,
dobla la esquina.
Debajo los hermanos
costaleros lo dan todo.
No sé si soy creyente.
pero me ha dado un vuelco
el corazón que se mueve
al son de los tambores.
Detrás muchos nazarenos,
todos iluisonados
hasta que entre mecidas
imposibles de describir,
aparece el paso de palio.
La preciosa imagen,
que ríe y llora su pena,
porque el fervor de la multitud
hace florecer una sonrisa.
Son los pasos de mi barrio.
En su día la Macarena,
no olvido tampoco esa emoción.
Pasan los años, pasa la vida,
no puedo ver ya
las sesenta hermandades
en las calles de mi ciudad,
pero a esta cita nunca falto,
hasta que mis ojos
dormidos para siempre,
no puedan volver a abrirse.
Te llamo y no vienes.
Enciendo fuego y se apaga.
Añado virtudes y se desvirtúan.
Te amo y no me correspondes.
Cae la lluvia y no llega al suelo.
Llaman a la puerta y no hay nadie.
Camino entre la gente y no veo nada.
Entro en una librería y los libros vuelan.
Cocino y no tengo menú en el plato.
Limpio y detrás hay suciedad.
Hago la cama y las sábanas bailan.
Pongo un lavado y no hay luz.
¿Son solo pesadillas o días de mi vida?
En mi escenografía hay algo,
mucho, poco o regular.
Es la existencia que va a su aire
y hay que aprender a respirar
Toc toc es la puerta
¿Quién ha de ser?
Las manitas del reloj,
ha llegado la mañana,
la sonrisa ilumina.
Suena el portón
¿Quién será?
El correo muy temprano,
qué noticias traerá.
Parpadeo sin saber.
Toc toc es la puerta
¿Quién ha de ser?
Las nenas de mi niña,
el colegio las espera.
La sonrisa es mi papel.
Suena el portón
¿Quién será ?
Una visita equivocada.
Parpadeo otra vez.
Toc toc es la puerta
¿Quién ha de ser?
El encanto de una amiga.
La sonrisa crece y crece.
Suena el portón
¿Quién será ?
Propaganda a raudales.
Parpadeo sin parar.
Toc toc es la puerta
Me equivoqué
Para ti ni mi puerta
ni portón, ni mi alma,
corazón.
En mis sueños solo estarán
las estrellas y me dormiré.
Hoy el viento y el agua
han roto mi paraguas.
Y como una niña pequeña
me he puesto a llorar.
¿Por el paraguas?
NO
Por que por fin, se ha podido romper.
Tantos días de calor
con sudores a destiempo,
esta sequía que crece
y crece sin importarle
a quienes deberían,
a los que aman más los negocios.
Y yo llorando con mi paraguas
de color violeta
sin saber que era más grande
el sabor salado de mis ojos
o el agua que los tapaba.
Satanás sin existir
nos espera en cada esquina.
Hoy el termo, alguna bombilla,
el teclado, rebelión
de las minimáquinas.
Como cualquier otra
atenta tu tranquilidad.
He visto sin imaginación,
robots tan inteligentes como feos
y los coches voladores
por poca “calderilla”.
Me doy cuenta que si vuelvo
en 200 años, no entro.
O igual no hay tanta diferencia.
Esa amiga que se molesta
si usas los adelantos,
y saca su espejito mágico
para verse mejor que tú,
o los dependientes pasando de ti
porque acumulas primaveras
y su nómina es muy flaca.
Mi aura no es celestial,
es parduzca tirando a negra
porque aprendiendo
al coste que sea,
compruebas que atinas más.
La lista puede ser
más larga que la letanía en latín
¿Quién está detrás de todo,
Dios o el demonio?
No hay profeta que lo acierte.
Te has despertado,
ha sido un ruido,
un gato tal vez.
y te das cuenta
que los ojos abiertos
se declaran en huelga.
Piensas en estos días,
y en los pasados,
y prefieres no pensar
en los venideros.
Intentas que si ya
han perdido su bondad,
no sean aún más malos.
Te recreas en las sonrisas
de la vida, por goleada ganan
las de tus nietas.
Sabes que tendrán
que luchar mas
que las actuales jugadoras
que ganan triunfos
para este País.
Anida en tus entrañas
que lo conseguirán.
Triunfos que si son
de sabiduría,
serán más dulces que la miel.
No quieres pensar
en ningún fracaso volado
igual que globo descolorido,
fuego por fuera y frío por dentro.
O viajes que hiciste sola
o acompañada sin gusto,
y sin darte cuenta
te ha vuelto a coger Morfeo.