Satanás sin existir
nos espera en cada esquina.
Hoy el termo, alguna bombilla,
el teclado, rebelión
de las minimáquinas.
Como cualquier otra
atenta tu tranquilidad.
He visto sin imaginación,
robots tan inteligentes como feos
y los coches voladores
por poca “calderilla”.
Me doy cuenta que si vuelvo
en 200 años, no entro.
O igual no hay tanta diferencia.
Esa amiga que se molesta
si usas los adelantos,
y saca su espejito mágico
para verse mejor que tú,
o los dependientes pasando de ti
porque acumulas primaveras
y su nómina es muy flaca.
Mi aura no es celestial,
es parduzca tirando a negra
porque aprendiendo
al coste que sea,
compruebas que atinas más.
La lista puede ser
más larga que la letanía en latín
¿Quién está detrás de todo,
Dios o el demonio?
No hay profeta que lo acierte.
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