El cielo oscuro ya
resplandece por las luces
de tal forma que se esconderá.
Son días de fiestas.
Los mandatarios municipales,
como deportistas,
compiten en quién creará
más imágenes colgadas
o dejará sin arreglo más calles.
Sacudo la cabeza,
fuera pensamientos nefastos.
Me espera gente amiga.
A disfrutar de este espacio
viendo a la gente pasar,
unos con prisas,
otros charlando y riendo,
y casi todos con bolsas
decoradas con lazos de colores.
Y pasaré de persianas cerradas,
para deleitarme con espumillón
y el brillo de las lentejuelas,
mientras llego a mi destino.
Esas caras conocidas
de mucho tiempo,
que me esperan
con sus mejores sonrisas.
Olvidaré las penas
y las meteré en un saco roto.