(Invoco a Satanás
aunque no crea en él.
Los demonios de verdad
son seres humanos)
El sol ya no da vida,
sostenido por espurios negocios
ahora viste crespones negros,
y arde y quema a su paso.
El agua no es bendita,
cae del cielo y destroza
cuando corre sin bozal.
La culpa tiene nombres:
avaricia, ambición,
negros sentimientos
en las manos,
en las ideas,
en los intereses
de quienes pueden evitarlo
Conmino a Satanás
para que los visite
y no cuantifique
almas conquistadas,
sino salve el planeta
por encima del averno.
Y así los peques de hoy
volverán a respirar
en su futuro,
gloria y no agonía.
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