domingo, 20 de mayo de 2018

ESE PERRO QUE LADRA



 
El perro ladra y gime.

Su querida amita

está fuera de casa:

Trabajo,

compras,

amores

se la llevan del hogar,

y él ladra.

Es su forma de llamarla,

su añoranza.

La casa vacía lo agobia,

no puede enroscarse

en su cesta.

Y sigue ladrando

hasta que oye la llave

que por fin abre la puerta.

Se hace la luz y sin encenderse,

siente su claridad.

Su boquita de perro sonríe

El muro de silencio que le aterraba,

ha caído cómo cada día.

 

 

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