viernes, 14 de septiembre de 2018

AL CAER LA TARDE








Me asomo a la ventana

y veo morir la tarde.

Niños que alborotan

con sus meriendas.

Madres que piensan

en las tareas

que les aguardan,

bañarlos, la cena, recoger.
 
No se paran a calar más hondo

para no amargarse la vida.

Sigo en la ventana,

ya no veo a la gente,

Solo mi vida tras los cristales.

Siempre igual y tan distinta.

Cierro la ventana 

y me alejo.
 
Hoy no quiero ver más.

 


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