
Dónde estés respirando,
dónde peines el algodón
de tus sienes,
dónde enjugues tus
lágrimas
o dónde se te alegren
tus momentos,
mis sentimientos serán
tuyos
aunque no los notes
,
aunque no los extrañes,
aunque no oigas mi
escondido deseo.
En silencio ahogo mis
suspiros
y saboreo tus labios sin
besarlos
y me adentro en tus ojos
sin mirarme en ellos.
Sueño cada noche
con tu abrazo y tus
caricias
con el tesoro de
tenerte.
Es mi agonía más poética
al final de cada día.