Entro en su hogar, su
feudo.
Al hombro mi bolso
lleno de misterios.
para mis pequeños-grandes
amores de mi vida.
amores de mi vida.
.
Sus bellos ojitos se
vuelven
luceros encendidos.
Entre sus manitas juguetonas
aprietan mi bolso
Lo vacían poco a poco
como una caja de sorpresas
Sacan un espejito
para ellas el de
Blancanieves.
Una barra de labios
su sueño del
mañana,
Klinex blancos
que lazan al aire
y vuelan como globos..
El portamonedas
les suena a hermosa
sintonía.
El móvil,
maravilla de la ciencia.
.
Y más, más cosas
.
Todo lo desparraman
Es su deleite.
Después las meten de una
en una
como quién guarda un
tesoro
.
Es historia que se
repite,
convirtiendo mi corazón
en mi mejor sonrisa.
Precioso poema describiendo la curiosidad de nuestros luceros.
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