El viento lleva tanta potencia
que arremete contra mí.
Veo un árbol, lo abrazo
creyendo que es mi salvación.
Pero se vuelve grueso, grueso,
y mis brazos cortos, cortos.
Voy a salir volando
y no se si pararé.
Pienso en un segundo
en mi vida, es así.
La energía me empuja,
mis fuerzas no me protegen
y mi destino, ya corto, es
incierto.
Solo el Rey que se ha adueñado
de mi alma y de mi mente
aplaca tanta furia
y tanto miedo.
Muy bonito, muy poético y un poco triste. Un abrazo Maribel
ResponderEliminarMary Carmen, estoy sorprendida de todas las palabras que salen de tu corazón. Un magnífico descubrimiento. Llegan al alma.
ResponderEliminarHermoso y desgarrador.
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