Son
tardes de color cobrizo,
esas
horas cuando al Sol
refresca la distancia.
Las
hojas de los árboles
van
a morir pronto,
formando
una alfombra a tus pies,
para
resucitar con el verdor
de la primavera.
Pasan
los pequeños
de vuelta de sus coles
alborotando
como
solo saben hacerlo ellos.
Y
pasan los días ya con calma.
porque
aprendimos
la
grandeza de lo pequeño.
Pararía
el tiempo
con
mis manos
al
llegar nuestro atardecer,
porque me ha cambiado
la
inocencia por sabiduría
Tardes de otoño
grises,
doradas, sentidas.
Me
gustan estas tardes de otoño.
Es mutuo el sentir, el otoño me encanta. Un abrazo
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