Tenía doce años,
desojaba una margarita,
habías llegado a mi corazón
algunas primaveras pronto
y muchas nos separaban.
La margarita dijo NO.
Iba por los quince,
tu moto era la reina
al doblar mi calle,
también me sacabas
algunos lustros.
La margarita dijo NO.
Reposa la margarita.
Llegas tranquilo, sosegado,
lo contrario del patriarca.
La margarita dijo SÍ.
Grave error que pagué muy
caro.
En la plenitud,
un amor prohibido
me enamoró hasta los
huesos,
La margarita dijo NO.
Caen las barreras,
me parecías oro molido
fuiste peor que tierra,
cieno.
La margarita dijo SÏ
y mi corazón entonces dijo NO
Y cuando no lo esperaba
te veo a ti y mis venas
tiemblan.
Esta vez los años van en mi
contra.
La margarita dice NO.
Me esfuerzo, me cambio
y de pronto el señorío
con la ética vuelan.
No eres nada, no vales nada.
Adiós margarita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario