Los desengaños son agujeros negros,
heridas abiertas, pozos sin fondos.
Están suspendidos como balanza:
los que nos doblegan,
los que nos dañan con tesón,
las verdades que son mentiras.
En esa balanza, no pesan más
los que te dejaron yerta,
los que fueron pura burla,
o escalones rotos.
Son los que te inventas
cuando conoces, amas, esperas,
y en una saca vas llenando
tus deseos deseados.
Cuando los sacas,
son como pobres conejos.
Te decepcionan,
te duelen en profundidad
y son muy crueles.
Hay que tener mucho valor
para ahogar tales sentimientos
y ganar tales batallas.
Qué bien dices M. Carmen. Los desengaños son pozos oscuros que no te dejan ver venir lo que hay dentro de ellos y hay que ser muy fuertes para lidiar los.
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