Felicidad real:
Cualquier puesta de sol.
La risa feliz de los niños.
Pan caliente en las mesas.
Las alegrías del amor.
Que no se rompa el alma.
Felicidad utópica:
Que los gobernantes
sean honrados e inteligentes.
Que no existan amigos de lo ajeno.
Que no se rompa ningún
peldaño de la verdad.
Que no existan personas
salidas del averno
Que se respeten derechos,
y se exijan obligaciones,
Que no se compren ni vendan niños,
que no se casen a niñas pequeñas
con degenerados
amos del dinero y el poder.
Felicidad de andar por casa:
El cafelito de las tardes
con buenas amistades.
Un baño en las aguas saladas
del mar, soñando bajo el sol,
al pasear por sus orillas.
Perdonar lo malo sin olvidarlo.
Una larga lista que cada día
trenza la vida.
Cierto que la felicidad nos rodea en los más pequeños placeres, pero los grandes están contaminados son la oscuridad que frenan esa felicidad.
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