Es
tan triste
una
pandemia
que pasea sin permiso
Es tan triste
que me mires y no me veas.
Es
tan triste,
hogares
bajo el fuego
de
esa lava traicionera.
Es
tan triste
que
ni siquiera me sonrías.
Es
tan triste
que
los que corrompen
y
los corruptos, ganen.
Es
tan triste
que tus manos se alejen
para no rozarme.
Es
tan triste
que
el aire sea veneno,
que
no se vean las estrellas,
y
que el pan no llegue
a
todas las bocas.
Es
tan triste
que
tu corazón
ignore
el ritmo del mío.
Miro
al horizonte claro,
a
la sonrisa de los niños,
a
esa amiga que nunca falta,
y
le doy en silencio
un
portazo a la tristeza.
Me ha encantado. Ver qué Gana la fuerza de la vida.
ResponderEliminarEs muy triste, pero lo mejor, el final.
ResponderEliminarMe gusta mucho
ResponderEliminarTriste pero cierto. Pero siempre queda la esperanza para empezar un nuevo día. Un abrazo Maribel
ResponderEliminarQué triste pero qué precioso porque, a pesar de todo, al final, triunfa la alegría. Me ha encantado.
ResponderEliminarPues sí, la actitud positiva es necesaria ante las adversidades, claro ejemplo este poema!
ResponderEliminarCierto, hay tantas cosas en la vida que entristecen sin quererlo tú, pero al final siempre hay una luz de esperanza y renovación.
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