La vida va en paralelo
con el reloj del día.
Al amanecer,
cuando el Sol abre los
ojos,
todo se inunda de luz,
lo mismo que la niñez
donde todo es nuevo
todo alegría.
Hay días que no son así,
nacen nublados
como esas infancias tristes
y frías.
Al mediodía, es plétora,
icomo la juventud
que cree que todo lo puede,
También acechan
nubarrones oscuros.
Se va acercando la tarde,
el Sol se va yendo,
lleva la experiencia
de todas esas horas,
como nosotros,
Hemos ganado en sabiduría
hemos perdido ilusiones,
Cuando al final se oculta
y se hace oscuro,
es como la noche
del día que despedimos.
Ha pasado el día,
ha pasado la vida.
Agarremos las emociones,
no dejemos ninguna por el
sendero
que anochece muy pronto.
Así es. Precioso!!
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