Miro la vela ardiente
y la comparo
con mi vida.
A veces
esplendorosa,
las menos.
otras casi
apagada.
He conseguido logros,
luchando casi
siempre
como una leona
de fiereza
necesaria.
Los días te la
hacen
perder poco a
poco,
Veo a mis dos nietecitas
tan alegres,
tan felices
y pienso cómo
serán sus velas.
Seguro se
adentrarán
en adelantos
milagrosos,
pero esas
ratas
de altos
cuellos,
moverán sus
velas
de malas formas.
Cruzo los
dedos
para ahuyentar
el mal.
Que la bondad sea
la guía
o solo la
inteligencia.
Y pienso de nuevo en mi vela.
Ahora sería
bella
si pudiera pasear
de tu mano,
sentir tu
corazón junto al mío.
El mundo me lo
debe
¿Por qué no me
lo paga?
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