Este año la playa
me ha mentido.
Estará, pero no para mí.
Planes que se deshacen
como ovillos de lana.
No pisaré sus arenas
blancas
ni veré lo infinito de sus
aguas.
Las olas que al romper
son pura sinfonía
invitando a mecerse en
ellas,
no me rozarán
Ni me tomare esas cervecitas
con gambas y olor marinero.
A esperar otro año contándolos.
Y soñar, que los sueños
sueños son, dijo el poeta.
Son expectativas que al
fugarse
duelen. La vida manda.
Un día me gustaría
mandar yo a la vida.
Que pase a mi gusto
y que me entere
antes de la partida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario