La luna me ha olvidado,
las estrellas me desamparan,
el sol, fuente de vida,
por culpa de los de siempre,
ya no es un buen amigo.
Mis sueños murieron
y un mal día desfilaron
en sus féretros mudos.
Paso la mano por los muebles
y solo toco polvo,
miro a través de los cristales
y solo veo niebla.
¿Qué me queda?
Tu falsa sonrisa
como tus sentimientos,
donde solo existe deseo,
deseos tardíos como
moscas en septiembre.
Ahora solo espero las gotas
divinas de lluvia
para salir a la calle,
y mientras me mojan
gritar muy fuerte
¿Qué visionario me dio
este boleto de vida?.
Como siempre, muy bien expresada esa angustia que sentimos a veces, por las cosas que nos pasan en la vida.
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