Me hubieses llevado al cielo
o al infierno, según tu voluntad.
Enamorabas mi alma,
encendías mis sentidos,
solo mirarte era un sueño,
tu sonrisa,
esas pocas palabras,
el calor de tus manos,
me desataban.
Hasta que abrí tu libro,
cada página no me gustó,
me hablaban
de continuas conquistas,
de poco valor humano
hacia las féminas,
solo calor de cama.
Páginas de frialdad,
de menosprecio sin disimulo,
tu creída superioridad..
He cerrado el libro
lamentando que mis fantasías
hayan sido solo eso, fantasía.