Llaman a la puerta
¿Serán los reyes Magos?
Son morenos y vienen de
Oriente
Con más oro que incienso
y una estrella que brilla
en el cielo
Les he pedido paz,
y que el egoísmo se diluya
como charquito de agua.
Que no nazca ningún bebé
para morir de hambre.
La riqueza distribuida
para quienes la merezcan.
Que no falte nunca pan
en ninguna mesa.
Que de los grifos de oro
no salga agua, sino
conciencia.
Y ya de camino,
unas molonas botitas
porque he sido buena.
Buena o tonta,
porque ni siquiera
sé si alguna vez me perdí.
Por eso me gustan
las puestas de sol,
el olor de las rosas,
las olas del mar
y los abrazos de mis
nietas.
Quizás no me he extravié tanto
Precioso poema lleno de ternura y de denuncia social.
ResponderEliminarQué ternura y qué buenos y nobles deseos. Como siempre, precioso.
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