¡Ozú! que calor tengo,
termómetro al rojo vivo,
por fuera y hasta por dentro,
así es que yo no habito.
Me acuerdo de esos inviernos,
de abrigo largos a cuadros,
botas con colores intensos
metiéndome en los charcos.
A la “canalla” de hoy día,
no importa la capa de ozono
ni que todo el mundo se fría,
si ellos disfrutan de todo.
Cierran ojos a la evidencia
creen que no les tocará
se van a derretir aposta,
pero arreglo ya no habrá.
¡Ozú! Que “caló” tengo,
hasta cerca de la “mar”.
Ya sabes, la frase : después de mi, el diluvio
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