Para los que creen que
no va con ellos. Ayer se vio.
Crucemos los dedos
y miremos al altísimo,
cuanto más alto, mejor.
El Maligno está
más vivo que nunca.
Con su, a veces, encrespada,
rojiza y fea testa.
Amamantando a un diablo,
a más de uno,
que son fieles retratos,
o peores aún.
Y que cualquier día
sin que sea un juego,
sino macabras realidades,
le dan jaque mate.
La misoginia, desatada,
y las tontas de turno
no mejoran, al revés.
Imposible calibrar
en ninguna balanza,
si son más
narcisistas,
clasicistas
fascistas,
o solo malos.
Que rece el creyente,
que otros clamen amparo
y que luche el que pueda,
pero todos crucemos los dedos.
Estupendo tu poema. Describes muy bien la situación y lo que representa para ti.
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