Es
un torbellino de vocecitas
y
de pequeñas manos
extendidas
hacia las carrozas
adornadas como una feria.
¡Son
las de los Reyes Magos!
Están
llegando y desfilan
ante
los atónitos ojos
de
tantos pequeñines.
Los
caramelos al volar
parecen
que bailen.
Uno
me da en un párpado,
tengo
lágrimas, pero no son
de
ese leve dolor.
estaban
ya de antes,
al ver las caritas
que me rodeaban.
Su
ilusión,
su
alegría,
su inocencia.
Es
un momento maravilloso.
Algo
más tarde, en sus camitas
ni
se moverán
para
que no tiemble la Estrella
que
guía a sus majestades
con
sus sacos de juguetes.
ni duele ni enfada.
Hay mentiras entrañables, otras no, pero está si.
ResponderEliminarEsa ilusión no tiene precio, esas caritas anticipando lo que para ellos es la felicidad absoluta nía redime de problemas y pesares propios. Como siempre lo defines con la maestría que te caracteriza. Es un placer leerte. Un abrazo. Maribel.
ResponderEliminarPrecioso cómo describes esa noche mágica que sólo se vive y se siente cuando somos niños.
ResponderEliminarCoincido con Maribel, es un placer leerte. Para mi forma de ver eres una persona con mucha sensibilidad. Mi enhorabuena
ResponderEliminarSolo puedo darte mí enhorabuena. Cierto que es un placer, como siempre te has lucido al describirlo.
ResponderEliminarUna noche magica para los niños y para los mayores. Una mentira con mucho amor
ResponderEliminarNo se puede describir mejor. Y si, para mi, también inolvidables, aquellas noches de reyes.
ResponderEliminar