Todas las noches
oigo la puerta,
pero tú no entras.
Tus flores, preciosas,
no me las enviaste.
Siento tu mano
acariciar mi mejilla,
es el aire quién roza mi
piel..
Nos vamos cogidos
por la cintura
y el cielo se viste
de estrellas de vivos colores.
Solamente es fantasía.
Mi fantasía,
pero no la tuya.
Bonita forma de hablar de profunda añoranza.
ResponderEliminarComo siempre con tu sutileza describes los deseos que se anhela.
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