Se desordenó el puzzle,
no por una mano
quizás tampoco por dos.
Fue el destino, escrito,
o fueron los pasos que se dan.
La atracción es tan fuerte
que puede con todo.
Es profunda, sin sentido,
y nos hace vulnerables.
De pronto
el destino, escrito o no,
se las arregla
y el puzzle junta las piezas,
cada una en su sitio
y te alegras sin más.
Has sufrido, ganado experiencia,
la suma puede ser positiva,
pero anula las ensoñaciones
románticas y apasionadas,
al correr el aire
por ambas partes.
Desaparece el sinsentido,
y vuelves a ser la fuente
de tu bienestar..
Muy bonito y positivo, ojalá el puzzle no se desarmar nunca. Un abrazo. Maribel.
ResponderEliminar