Cuando el amor llega
de manera tardía,
el sufrimiento iguala a la felicidad.
Alegría porque aunque ves
que tu cuerpo va fallando,
tu alma conserva
la ilusión de sentirte joven.
Te quedarán pocos, pero
bonitos amaneceres
y atardeceres menos sombríos,
y muchas noches de luna
y estrellas alumbrando
vuestro deseo y cariño no yertos,
Pero si el maligno
se pone en vuestra contra,
nacerán problemas
y si uno falla, al otro
le quedará solo un velo rasgado.
El remedio hay que buscarlo
aunque sea debajo de las piedras.
¡Qué bonito el amor a cualquier edad!
Es volver a sentirse vivo.
Cuanto romanticismo encierra este poema. Precioso también.
ResponderEliminarSi. Debe de serlo.
ResponderEliminarQue verdad encierra y que claro queda cuando se expresa de esa manera tan sentida. Como siempre, perfecto. Un abrazo Maribel.
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