Se me escurre entre los dedos
este nuevo domingo,
desde que la cama me soltó
y vi un día luminoso.
Con gente sonriendo, sin prisas,
pocos coches rasgando el aire.
di gracias por ello,
Cubrí heridas y sonreí.
Compré churritos dorados
ilusión de las niñas de mis niñas.
En sus manitas cobran vida:
¡Este qué largo!
este parece un rosco,
vaya de uno han salido dos.
mil ocurrencias,
Es domingo,
son pequeñas,
se alegran por todo,
se enfadan por nada.
Los relojes van
dando las horas.
Le daré las buenas noches
a este domingo que se irá,
con el deseo de disfrutar
todavía, sin fisuras,
todos los que me vengan.
Domingos, mis días amigables.
Pues si, los domingos a veces se hacen largos pero hay que disfrutarlos porque no sabemos cuantos nos quedan. Muy interesante. Un abrazo Maribel
ResponderEliminarEntrañable y precioso, como haces siempre, para describir los momentos agradables de la vida.
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