Tu mano en la mía,
corazón de oro
colgando del día mágico
que el negocio acertó.
Pero las lunas
no se cansan de pasar,
o a veces solo fue
el viento de la rutina
que hace que la celebración
sea solo por costumbre.
O alguien que entró sin permiso.
Son los vericuetos de la vida
que no es perdurable
y los sentimientos, tampoco.
Cenas, brindis, sonrisas,
solo por estar
rodeados de caras amigas.
El año que viene,
aunque no llueva
aún será más acuoso.
Recordemos la antigua emoción,
las chiribitas de nuestras miradas,
el cordón del colgante.
Cojámonos de nuevo las manos,
suspiremos y miremos
lo positivo de seguir juntos.
En el fondo de nuestros
corazones brillará la añoranza,
y por fuera, el mutuo apoyo.
Feliz SAN VALENTÍN
mientras la sangre vibre
y sintamos los días.
Qué bonito M. Carmen. Siempre con tú elocuencia tan fina describes los sentimientos. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy bonito Mary Carmen, como todo lo que escribes de corazon
ResponderEliminarComo siempre, M.Carmen un poema con mucha sensibilidad. Un beso
ResponderEliminarGracias, M. Carmen, por este reconocimiento a las parejas duraderas.
ResponderEliminarMuy bien escrito como siempre, un abrazo Maribel.
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