Me duelen los pies,
ya han andado mucho.
El alma me duele más.
Quisiera con mi querer
ahogar als las penas.
Sembrar cariño en primavera
que no perezca en invierno.
Invitar a las flores a sonreír.
Hacer magia, y que las armas
desaparezcan de todas partes.
Estoy cansada de muchas cosas,
pero estas líneas me sostienen.
Luchar, que la igualdad
comience desde la infancia.
Aprovechar talentos,
que no se fuguen
como agua que corre.
Mirar al sol o a las nubes
por las mañanas,
oír las risas de los pequeños
en los atardeceres,
cuando van de la mano
de quién bien los ame.
Y dormir de noche, tranquila,
imaginándote a mi lado.
Que no me duelan más los pies,
que no me duela el cansancio,
que no me duela el alma.
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