El otoño se pinta de dorado,
a veces, de colores grises,
a mí me sabe a cálidos colores,
En mi tierra, sureña española,
se vuelve gloria eterna
al cerrar el infierno de nuestro verano,
y ahora parece casado
con el invierno y dura hasta la primavera.
Igual que el verano,
ha contraído nupcias con la primavera,
porque poco se separan.
Pero yo amo el otoño, la caída
de las hojas no me deprime,
ya saldrán de nuevo más adelante,
igual que los días malos
son empujados por los buenos.
El viento es ligero, suave,
Las salidas de los colegios
con su jaleo lleno de vida.
La gente empieza a preparar
las compras para las fiestas
que ya sentimos aproximarse.
El encanto de los regalos.
Yo le doy la bienvenida al otoño,
no me entristecen su cortos días
ni sus largas noches.
Me gusta que no me queme el sol,
y sentarme a notar las tardes,
mientras saboreo un cafelito.
Son mis momentos otoñales.