Se lo voy a dedicar a las malas,
peores, personas que se están
adueñando del mundo, incluidas en España.
No creo hagan faltan nombres
Mala fortuna
para los infiernos que nos rodean,
para los tiros de las guerras.
Buenos días
para los ángeles humanos
que ahuyentan nuestras tristezas
Mala sombra
para los que levantan sus manos
contra los más débiles.
Buena ventura
para quienes recogen
en su regazo la mala suerte.
Malos vientos
para los que hacen maldades
y ni les importa.
Buenos deseos
para quienes reparten el bien
en silencio, sin proclamas.
Que las luces se impongan
siempre a las penumbras,
y que las personas importen
más que las cosas.
M. Carmen. Me ha encantado la finura como lo has descrito. Un abrazo.
ResponderEliminarCuanta sensibilidad se desprende del poema. Como siempre, precioso.
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