Fue un día cualquiera,
contigo me tropecé,
el tiempo no se detiene,
los dos lo hicimos a la vez.
Me miraste, te miré,
ya no había luces ni gloria,
no había delirio sin fin,
solo rotura de victoria.
La vida da muchas vueltas,
al derecho y al revés,
y lo que ayer importaba,
hoy ni tan siquiera lo ves.
Nada dijimos ninguno,
echamos de nuevo a andar,
ni siquiera nos tocó
echar nuestra vista atrás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario