Ha llegado la canícula
Llamó a la puerta,
no se la abrimos,
con su poder
la ha traspasado.
El sol, amigo,
ya no lo es tanto.
El cielo tan azul,
molesta como sombrero
mal colocado.
Las calles resecas
son preludio de los infiernos.
Los agoreros sin serlo,
nos anuncian que cada
brevedad de tiempo, será peor.
Quienes pueden remediarlo,
charlan, ríen, toman copas
pero no lo evitan,
Razones de la sinrazón.
Ha llegado la canícula,
abrazándonos sin abrazos,
mortífera en cuerpo y venas.
En la noche los problemas
son monstruos amenazantes.
Cada ruido es música agorera.
Los distingues y cada
uno te dice algo.
Las sirenas de las ambulancias,
accidentes, dolor,
lucha contra el final.
Las de la policía,
trifulcas, angustia, auxilio.
Las de los bomberos
tienen el sabor del hollín.
Circulan pocos coches
que anuncian a personas
que no duermen en sus camas,
que deben tener
los ojos bien abiertos.
Algunos vienen de lugares
de diversión a veces no recíproca.
Cada ruido te asusta,
te desvela y temes
que el dolor de otros,
te roce a ti también de cerca.
No es buena la noche,
sí necesario el descanso
sobre almohadas níveas.
Mejor taparse la cabeza
y dejarse llevar
por la compañía
de buenos sueños.
El día despunta,
apunta maneras.
No hace frío, es tibio,
el calor se ha parado.
No llueve aunque
huele a tierra mojada,
aroma de por vida.
Me asomo al mundo,
la gente va con apremio,
yo las veo calmadas
con la calma de la dicha.
Es el aroma de mi taza
que siempre me lleva
a momentos felices.
Días con churritos
mientras pasaba
las páginas del periódico,
o cuando hacía tiempo
con mi nieta para llevarla
a la esencia del saber.
Me retrotrae a instantes lejanos,
y me veo cualquier domingo
esperando turno en la freidura
para llevar a casa
esos churros dorados.
Hoy no tengo visitas médicas,
ni gestiones con apremio,
voy a pasear, a oler el perfume
de las flores, a devolver sonrisas.
El día apunta maneras,
y yo me apunto a ellas.
Hace tiempo que no lloro,
las lágrimas se niegan a salir.
Me fui y no he vuelto.
El cielo se cierra a mi paso,
las estrellas se ocultaron.
Busco entre las sombras
una puerta que se abra.
Quiero un sol que me ilumine.
Espero el alumbramiento
sin que venga el viento
que se lo lleva todo.
Noches, estrellas, tormentas.
Siento que por fin las lágrimas
corren por mis mejillas,
y noto paz, luz, tranquilidad.
El mundo se ha vuelto
el sitio que tiene que ser.
Otra tarde, apenas parece
que amaneció y ya se está
yendo el día.
Estoy contenta, no porque hoy
vaya a verte. Ya hace tiempo
que ese sentimiento no vive.
Es una tarde radiante
con sol o con nubes,
voy a estar con mis nietas,
con su inocencia.
su cariño, hoy auténtico,
sus preguntas sin respuestas,
su avance del que ni cuenta me doy.
Un rato de delicia, de relax,
donde se olvida todo lo olvidable.
Solo sentir su compañía,
sus juegos, incluso sus trifulcas.
La vida late pujante en ellas
y te la contagian.
Son las tardes de mi vida,
momentos para vivirlos.
Toco las paredes,
me agarro al pasamanos,
el firmamento queda lejos.
El infierno no está abajo,
está dentro de nosotros,
en las manos que en lugar
de acunarnos fueron desamor,
en esos amigos más falsos que
ciertas monedas en curso.
en ese amor traicionero.
Cada uno, un escalón
de nuestra escalera,
que la vamos bajando
soñando en que pare
que no se baje más,
que se suba y que arriba
esté el aire más transparente
y el cielo más limpio.
¿A qué conocéis a más de uno?
Esto no es un alegato contra los hombres,
sino contra los machistas a ultranza.
Qué sé lo que pueden decir los de VOX.
Bueno, y los del PP también.
Ególatras, engreídos,superficiales
no saben ser caballeros
tras cortinas de oscuridades.
Egoístas, insensibles, groseros
les cuesta trabajo hablar,
no les sale nada bueno.
Arrogantes, displicentes, necios
desde su nacimiento o infancia,
nunca serán hombres buenos.
Desprecian a las mujeres,
solo una cosa de ellas quieren,
sin acordarse que de una vienen.
Maltratadores en esencia, levanten
o no las manos, lo hacen desde
su interior y en intenciones.
Muchos son así, si se cuentan
demasiados me salen a mí,
ya sea en poema o en prosa.
Con esto hay que acabar:
educación para la ciudadanía
y mejores ejemplos dar.
¿Dónde nace la alegría?
De todo lo sencillo.
Esas gotas que ves en los cristales
después de persistente sequía.
Esa persona que te cede el paso.
El bus a su hora.
Una caricia del sol, si no aprieta.
Esa amistad que te escucha.
La algarabía de los peques
al salir de sus colegios.
Tu amor cuando te sonríe
o te coge de la mano.
Nada de esto cuesta dinero
pero todo es muy caro
y nada vale si los estómagos
no están llenos y los pies calzados.
Ser feliz es sencillo
si aprecias lo pequeño grande
de la vida, mientras saltas muros
de necesidad o vergüenza.
Hay que poner empeño
y la alegría llegará
como abrazo infinito.
Sevilla.
Días de feria han llegado.
Hay años duros como este
que no puedes celebrarlo
y que no lucen tus manos
ni manzanilla ni castañuelas,
ni tu cuerpo traje de faralaes.
Las circunstancias mandan,
mandan demasiado
y nadie logra remediarlo.
No veré sus multicolores
farolillos encendidos,
ni me moveré con el ritmo
del cante por sevillanas.
Ni pasaré por debajo
de su monumental portada.
Disfruté muchas,
algunas más que otras.
Ahora me toca esperar
muchos días para de nuevo
oír esos sones de delicias
al pasearme debajo de
mi cielo azul o estrellado.
El amor tiene colores.
El rosa de la ilusión,
de pasión viste el rojo,
granate aguado cuando
se va diluyendo,
para pasar por tonos grises
camino del negro del olvido.
También escalones
de una escalera en espiral.
Subes primero hasta
el cielo y más allá,
para bajarlos a los infiernos,
el del olvido,
el de la desesperación
o el del aborrecimiento.
Todos los colores he conocido.
Pasé por todos los escalones
para llegar al peor,
cuando el amor se vuelve
incomprensión, cuando
se esfuma el deseo
y crece el repudio.
Es peor que el odio,
carece de sentimiento.
La vida tiene un sentido,
haga sol o caiga lluvia,
se camine con destino
o se ande a tontas y a locas.
Abre el día,
abre el almanaque
y se va deshojando.
Hay silencios, bienestar,
blancura o solo negrura.
Esperas cada nacimiento,
cosas que llegan,
que se quedan alrededor
como flotando,
o las que nunca ves
que se evaporan en el aire
antes de cogerlas o sentirlas.
Hay un Universo, un destino,
se le puede ayudar
o se le puede estorbar,
más es la vida y tiene su sentido.
Me has fallado
con la fea cara
de la indiferencia,
o la más fea aún
de la traición.
Parecía que me ayudabas
pero tu reino, la ignorancia.
Quieres flores y no eres
buen tiesto para sembrarlas.
Apuesto por su arreglo,
como jarrón roto
aunque se vean
los filos de los pedazos.
Me has abandonado
de lado echaste mi suerte.
Eso tiene un precio,
te importe o no.
Las dudas me aniquilan,
amanece pero no para mí
si no apartas las nubes grises
y abres el grifo de tu verdad,
me guste o no me guste.
Puede amanecer
porque hasta debajo
de las piedras
se encuentran soluciones.
Pero hay que buscarlas
igual que pepitas de oro.
Para los que creen que
no va con ellos. Ayer se vio.
Crucemos los dedos
y miremos al altísimo,
cuanto más alto, mejor.
El Maligno está
más vivo que nunca.
Con su, a veces, encrespada,
rojiza y fea testa.
Amamantando a un diablo,
a más de uno,
que son fieles retratos,
o peores aún.
Y que cualquier día
sin que sea un juego,
sino macabras realidades,
le dan jaque mate.
La misoginia, desatada,
y las tontas de turno
no mejoran, al revés.
Imposible calibrar
en ninguna balanza,
si son más
narcisistas,
clasicistas
fascistas,
o solo malos.
Que rece el creyente,
que otros clamen amparo
y que luche el que pueda,
pero todos crucemos los dedos.
Estoy tan sola que la soledad
a mi lado es una feria.
No sé cual fue mi pecado,
dar mucho, pedir poco
y hacer de la comprensión
y las dádivas, mi evangelio.
Estoy tan sola,
que ya no oigo ni ruidos
como ventana cerrada
a cal y canto.
No es nuevo,
no me importaba,
tenía mis días
llenos de posibilidades.
Hoy el tiempo
me obliga a parar
y me doy cuenta
de lo sola que estoy.
Pero hay algo más temido,
una mala compañía.
Hoy es un día hermoso,
quiero que lo sea
aunque con nubes internas.
Estas, a veces,
descargan toda su ira,
y son lágrimas duras.
Pero siempre no nublan
los soles, los amaneceres,
los atardeceres y las noches.
Hay que cobijarse
bajo paraguas de colores,
verde esperanza,
amarillo amistad,
rojo pasión o afecto.
Hoy es un día hermoso,
la vida me ha dado una sonrisa
empujando los nubarrones
y yo se la he devuelto
mirando de frente,
alzando mis emociones.
Corazón fuerte e ideas firmes.
Es hermoso, puede serlo.
Ya lo dijo Lope de Vega
“No puede durar el mundo
porque dicen, y lo creo,
suena a vidrio quebrado
y ha de romperse presto”.
Pisando cristales muchas veces
se ha caminado bastante.
Ahora otra vez es terrible,
cuando se juntan imbéciles
con soberbia y avaricia
y se les da todo el poder,
El camino lleva atroz derrotero.
La sabiduría con la cordura
deberían ganar esta partida
celebrando buenas nupcias,
o la actual ruptura
puede ser demasiado grande
y como a un coche viejo
no entrarle el retroceso.
A los cielos clamo
a la inteligencia, a lo justo,
a la gente con razón
que no dejen ganar a los malos.
que solo son profetas de intereses
peligrosos y mortíferos
Con decisiones que también
como la corriente de los ríos,
los arrastrarán a ellos.
Que ganen los buenos.
No hay otra, o en los nuevos
amaneceres no habrá ya sol.
