Ya no me mira,
la luna me ha olvidado,
está quieta.
Nada va con ella,
parece no importarle
el devenir del planeta.
Trato de contárselo
como un cuento de triste
final.
Nada.
Solo crece, mengua, se va.
Cuantas veces le hablé
de mis infortunios
y lloramos juntas.
De mis alegrías
y notaba su sonrisa.
Ahora solo es un astro,
solo eso.
Siempre lo ha sido.
Soy yo la que no soy la
misma.
Ya no creo ni lo que veo.
El pasar del tiempo
me va quitando cada día,
un poco de todo.
y me deja seca y dura
como una roca.
Mientras mi sentimientos
se retrotraen
con la suciedad
de este mundo,
noto que lo alumbran
algunas almas buenas
que, como las brujas,
haberlas haylas.
Y eso ayuda a mi renacer
cada aurora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario