Es hermosa como la belleza
natural. Una rosa con
pintas.
cortada de su rosal
por quién lo hace por disfrute
Otras para regalos.
Premios a un buen hacer
de quienes relucen como
ellas.
Concertistas de castañuelas
que vuelan al aire
con sonidos bajados del
cielo.
Todas radiantes,
todas artistas, todas
amigas.
Ya no son niñas,
tal vez sea una dádiva
unir la ilusión con la
experiencia
con nudos primorosos.
Que nos deleiten
con su mágica música,
y año tras año,
las mismas ovaciones,
el mismo cariño
y la misma gratitud
de todos sus seguidores,
con rosas o, tal vez mejor,
con lazos verdes y blancos
como símbolo andaluz.
Un pelín crítica, pero defines muy bien, nuestro sentir y experiencia año tras año
ResponderEliminarComo siempre haces, describes vuestros conciertos con mucha maestría y con mucho gusto.
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