Es un sueño, si abres los
ojos
parece desaparecer.
Pero no, no se evaporizan,
son mis ganas
de caricias mutuas.
Mientras te veo
en ese pozo profundo,
merecido o no,
que no desaparece
por el logro de tu estatus.
Estás atrapado en esas alas
que ni vuelan
ni te ahogan del todo
pero te hieren
donde más te duele
y que no tienes el valor
de cortarlas.
Tú sacas la cabeza
un poco, cada vez menos,
engañándote en que
respiras.
Y yo voto, voto porque
te llegue esa persona
con menos camino,
que te salve, te alivie
con sus besos y abrazos
y veas la poca importancia
del Sol, la Luna y las
estrellas
y del pensar ajeno,
si estás atrapado
en una isla fea y grande.
Y sigo rogando
aunque mis caricias
se queden solo en mi alma.
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