Los nietos son la alegría
de la experiencia vivida,
te vuelves niña
con ellos o con ellas.
Tu continuidad,
lo que dejas al mundo.
Cruzas los dedos
y las cruces que hagan falta,
para que les vaya
mejor que a los Papas,
a las princesas obsoletas
y a los ricos en dinero.
Que lo sean
en bondad,
en sabiduría
en bienestar.
Que luchen sabiendo luchar,
y mientras, jugamos
al parchís de siempre
o a la Oca y tiro porque me toca.
No les gusta perder,
pero como no existen
ni hadas ni magos,
tendrán que aprender,
y como buenas nadadoras
a salir a flote.
Yo sigo con los dedos cruzados
y tiritas en el corazón.
Tierno y precioso, como siempre.
ResponderEliminarMe encanta este poemass me veo reflejada en cada palabra que escribes, que suerte tenemos las abuelas, es un premio al final de nuestras vidas dónde ha habido de todo, experiencias buenas y malas, amistades que te hacen la vida más feliz y.completa, los hijos, cada uno con sus propias vidas.....Muchas gracias in abrazo Maribel
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